Sé que lo nuestro no ha sido nunca normal, no ha sido un amor de cuento ni de película como muchos otros, pero tampoco pretendía que lo fuese... ¿Pero sabes una cosa?, que eras ese chico perfecto, con el que siempre yo había soñado.
Ahora me doy cuenta, tarde pero me la dí, que no eras tan perfecto como yo pensaba. Que me has contado mentiras y yo me las creía como una tonta. Eso es lo que soy, una auténtica imbécil enamorada de alguien, ese alguien que prometía una y otra vez que no le dejase nunca, por nada del mundo. Ahora resulta que el que terminó dejando fuiste tú.
Fui una completa y absoluta estúpida por entregarte mis sentimientos en bandeja y que tu hicieses con ellos lo que quisiste... Me has hecho sentirme estos últimos meses como una verdadera mierda, que lo único que sabía hacer era arrastrarme a ti y suplicarte que no me dejaras tirada, que no me dejaras caer en medio de la nada...
Se que el título de esta historia no es el más idóneo, pero es así como veía lo nuestro desde que empezó, algo sin fin. Pensar que con el único que podría contar fuese contigo, pero eso se quedo en la nada...
Ahora ya eres tú el que no me importa a mí, el que se da cuenta de cada uno de los errores que está cometiendo al hacerme daño, el que pregunta a cada dos por tres sobre mi vida.¡AHORA ERES TÚ!.
Y si, aún siento cosas por ti. Mentiría si dijese que no, siento que te quiero pero de una manera diferente respecto con la que solía hacerlo antes. Cuando tú eras lo más importante para mí.
Cada vez que te escribo se me viene el mundo encima, se me parte el corazón por tener que mentir y decir que ya te olvidé. Pero cada vez que te ríes de mi, cada vez que haces lo que te da la gana conmigo como si fuera un juguete, me dan ganas de odiarte hasta reventar por dentro mi corazón.
Eres... eres tan imbécil, pero a la vez tan increíblemente maravilloso; eres tan perfectamente jilipollas y a la vez te deseo tanto...
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