Añoro cada uno de tus besos, de tus risas, tus miradas inesperadas, tus apropiados consejos que hacían que me sintiera la chica mas afortunada del mundo, orgullosa al tener al mejor chico como su novio, al que poder entregarle cada uno de los mejores momentos de su vida.
Y te mentiría si te digo que ya no te espero, que te odio con todas mis fuerzas, que ya no me importas absolutamente nada. Que se me acabaron las fuerzas, mentiría si dijera que ya no te echo de menos.
Gritar, llorar, quedarme encerrada en mi habitación, viendo como pasa el tiempo de lento, pensando en que hacer al día siguiente, y aun viendo que no tengo ganas ni de salir a la calle, me quedo mirando por la ventana, recordando como era la chica mas afortunada del universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario