Promesas incumplidas, deseos agotados, sueños rotos, decisiones mal tomadas y caídas al vacío. Un error tras otro. Y a veces, pienso que soy tonta, porque seguramente recaería en ti. Eres como ese vicio inconfesable, mi perdición, el causante de que mi vida se hundiera. Aun así, después de todo eso, lo peor es que te quiero.
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