No busco nada raro,

solo a alguien que sienta que se cae el mundo si discute conmigo y me abrace tirando su orgullo. Que me haga enloquecer. Que alargue cada una de nuestras despedidas 10 minutos más y que quiera comerme a bocados.
Alguien que me haga reir hasta llorar y que me haga reir cuando no pueda dejar de llorar.
No quiero otros besos, ni otros abrazos, ni otro número de teléfono que me llame por las noches. Me gustas cuando me miras y sonries sin ninguna razón. Adoro que me hagas tus típicas bromas. Adoro tu formas de hablar, de caminar, tus gestos, tu olor...
Me encanta estar contigo porque se me olvida todo absolutamente. Supongo que en realidad, no me gusta todo eso. Me gusta solamente porque lo haces tú.